Con el sol de testigo Por Valeria Sabbag
Con el sol de testigo
Por Valeria Sabbag
I
El mar son fotos con los bordes
mojados.
En una estamos juntos
el agua es celeste turquesa
saltamos como orcas para entrar
en ese cuadradito
ciego
que sostiene mamá
desde el otro
lado
mientras nos advierte
supervivencia.
El mar nos tiene en otra pincelada
yo te uso de barrenador
nos reímos en la orilla
tenemos la misma expresión móvil
en
sepia
yo acuso seis o siete años
y vos pulmones
frescos
como aguas vivas.
II
El mar hizo que escondieras
siempre
los pies dentro de la arena
que jugaras truco
en sillas de mimbre
mal
pintadas
hasta sentir que no
perdías
y que al tiempo
se lo podía derretir.
III
El mar fue mirar
la línea
oceánica
hasta que te denunciaba
la soledad de un hombre
inquieto y desnudo.
IV
El mar estuvo siempre
en nuestros veranos de sal.
El agua siempre me enseñó
a flotar de tu
mano
a respirar como un pez inteligente
a confiar en que vos
sabías.
V
El agua te dio sustos y
calambres
amigos amuchados
y los abuelos vivos
y
nosotras
siguiéndote a todas partes
como una cofradía de dos.
VI
El agua no borraba
el olor a tabaco
de tu
espalda
donde yo me trepaba
para los viajes fáciles
para ir a lo
hondo
sin ahogarme
y
convertirme
con el sol de testigo
en la sirena de un superpapá.
VII
Con el mar
yendo y viniendo
helándonos las
piernas
jugando con nosotros
estábamos a salvo
de cualquier amor herido
de la fragilidad del enojo
de la
inmensidad
de estos años.
*La autora acaba de publicar el libro "La soledad del instante" (poemas), por Editorial Vinciguerra Hechos de Cultura.